viernes, 14 de septiembre de 2012

adiós a esteban dedalus granero


es desvincularse uno del real madrid y el estruendo de las langostas chocándose entre sí en un cielo púrpura desaparece: uno de repente es más querido por la humanidad, y al mismo tiempo tiende a desaparecer de las mentes siguiendo el conocido patrón de la espiral.
al principio granero eran dos: era granero, que tenía buena fama pero no llegó a ser internacional, y era de la red, el schuster de schuster, que era mejor pero se desplomó en un campo mal iluminado y se llevó con él a schuster sin decir agua va.
en tres años granero no alcanzó el rango de titular en ningún momento, pero se hizo socio de traficantes de sueños con gran provecho. con pellegrini leyó el túnel y, tras la enésima eliminación en copa del generalísimo contra un tercera, abaddón el exterminador. ya con mourinho su atención se dirigió hacia las estructuras (levi strauss, foucault, negri) y a literatura con diablo (el maestro y margarita, la autobiografía de panero, lupin). a granero lo quisimos pese a todo porque era lo suficientemente inteligente como para comprender por qué el real madrid es tan odiado y tomárselo con calma, como le enseñó algún presocrático.
antes de marcharse a jugar con los guardabosques del campo de una reina extranjera granero buscó a su nuevo club en la lista elo, y lo encontró de 298, ¿pero acaso en londres uno no podía sentirse como un completo desconocido, como un bala perdida? ¿y por qué no iban a aceptar su visa oro en la tienda de rough trade?