martes, 1 de mayo de 2012

los seguidores más vehementes

siendo el madridista por lo general un sujeto con convicciones religiosas más o menos tradicionales, difícilmente puede tener una visión tan maniquea de la realidad futbolística como la que tiene un antimadridista: es necesario un cerebro ávido de dicotomía, simplificación y obcecación (los rasgos del pensamiento sobre la trascendencia, en donde todo ha de ser nítido y delimitido) para construir toda una cosmovisión alrededor de un club de fútbol, y el madridista tradicional tiene esa región mental ya repleta de muebles antiguos y litografías de santos: ¿cómo hacerle hueco a nuevos malignos cuando se tiene uno desde la noche de los tiempos, tan bien tornasolado por el bosco y otros?
es por ello que se podría definir al antimadridista como el seguidor apasionado del real madrid que le da un uso más zoroástricamente religioso a las ingente cantidad de horas dedicadas a pensar el club y sus mefistotélicos estandartes.